Compota e frutos rojos o de cómo lo que iba a ser un «pie de frutos rojos» se quedo solo en eso, un «intento de». Y terminando por el final diré, que lo seguiré intentando. Sé donde he fallado y sé cómo arreglarlo. Pero no quería dejar de poner una receta, aunque sea solo uno de los pasos para poder hacer una tarta de frutos rojos.
Después de ver unas cuantas recetas de diferentes tipos de «pie» de frutos rojos llegué a la conclusión que ninguna me llegaba a convencer por completo. En especial el hecho de que la mayoría llevase crema pastelera o que incluso muchas tartas se confundiesen con mezclas raras de diferentes cremas de queso. Y yo tenía en mente la típica americana con ese relleno púrpura intenso y especialmente con tapa.
Después pensé que estaría bien hacerlas en plan mini, y creo que ese fue mi error, o al menos no haber forrado los moldes con papel vegetal para poder desmoldarlas después. En fin, mil historias. Eso sí, lo que tenía claro es que quería una compota, nada de mermelada, ni similares, quería conservar parte de la acidez de los frutos rojos.
Cómo hacer una compota de frutos rojos
Si hacía un relleno demasiado líquido seguro que la masa no lo aguantaba, si lo hacía demasiado espeso corría el riesgo de que fuese gelatinoso… quería algo cremoso, de ahí que pensase en hacer una compota, o al menos algo parecido a lo que tenéis en mente como compota. En especial porque en este caso son frutas que tienen mucha cantidad de agua así que es algo de lo que he prescindido – del agua añadida -. Vamos con la receta.
Ingredientes
500 g de fresas
125 g de arándanos
250 g de moras
125 g de frambuesas
300 g de azúcar
50 g de mantequilla
Zumo de medio limón
1 cucharadita de vainilla
Elaboración paso a paso
Empezamos poniendo la mantequilla a derretir en una cazuela. Eso es sencillo, eso sí, no pongáis demasiada temperatura porque se quemará. Pero sí que nos interesa que coja cierto aroma a avellana y eso es cocinándola a baja temperatura hasta que empieza a tostarse el suero lácteo que tiene.
Después añadimos las frutas, todas a la vez y removemos y cocinamos a fuego lento hasta que se van deshaciendo. Primero se deshacen las frambuesas, después las fresas y poco a poco el resto.
Después añadiremos el azúcar y ahora tocará dejar cocer y cocer a fuego lento hasta que espese. Unos 25 o 30 minutos a lo sumo. Aunque puede ser un poco más o un poco menos. Al final remover para evitar que se queme (aunque hay que remover de vez en cuando continuamente).
Por último pasamos por un chino o colador. Con ayuda de una cuchara o cucharón apretamos bien para sacar toda la carne y que solo se nos queden las pieles y pepitas. Esto lo tiramos y el resto lo dejamos enfriar para utilizar en tartas, postres, o simplemente untar en las tostadas.
Qué pintaza Dani! Con lo que me gustan los frutos rojos!. Me estoy imaginando esa compota sobre un yogur griego…mmmmmm ¡delicioso seguro!
Un beso
Yaiza ¡Qué cosa tan dulce!
¡Qué rica compota! ¿Y en unas tostadas con mantequilla? Un lujazo.
Un beso.
de todo fracaso sale una victoria, no hay tarta pero si compota para las tostadas
Ya tenía ganas de tener un receta de compota,y sobre todo de frutos rojos,maravillosa
la pinta que tiene
Pues la compota tiene muy buena pinta, seguro que se puede utilizar en distintas recetas.
No se si es lo que estas buscando, pero en verano yo hice una receta de tarta de moras que no lleva crema pastelera ni queso… al final salió un relleno cremoso y tierno puesto que las moras prácticamente se deshacían al comerlas.
http://www.piensaendulce.es/2012/08/tarta-de-moras/
Sobre la «tapa» del pastel, creo que se la puedes poner perfectamente si tienes la precaución de cortar unos agujeros para que respire el relleno.
Umm,con lo que me gustan a mi los frutos rojos, esta compota estará divina.